Ir al ginecólogo puede generar nervios, especialmente las primeras veces. Pero es importante señalar que no tiene por qué ser una experiencia dolorosa. Por eso, no dejes que los nervios te paralicen a la hora de decidir si vas o no a este especialista.
Los estudios más recientes señalan que más de la mitad de las chicas entre 12 y 19 años no han acudido nunca a una revisión ginecológica. Lo recomendable es acudir tras comenzar a mantener relaciones sexuales o en caso de molestia o dolor preocupante. La visita nos puede ayudar a resolver cualquier duda, además de proporcionar educación sexual con tal de prevenir cualquier embarazo no deseado o enfermedades de transmisión sexual.
Si sientes mucho nerviosismo antes de la primera cita ginecológica, no te preocupes, es lo más normal. Debes tener en cuenta que el especialista tiene experiencia con este tipo de situaciones y para él o ella forma parte de su normalidad.
Siempre recomendamos elegir un profesional que atienda en un ambiente relajado y de confianza. Si no lo conoces de primera mano, puedes preguntar a cualquier persona cerca (familiar o amiga).
¿Qué pasa en una revisión ginecológica normal?
Quizá, conocer cómo funciona una primera cita con el ginecólogo te puede ayudar con los nervios. Así los pasos que suele seguir el especialista son los siguientes:
- Historia clínica. El doctor/a se sentará contigo para hacerte una serie de preguntas sobre tu ciclo menstrual, antecedentes médicos, hábitos, vida sexual y uso de anticonceptivos.
- Exploración física. Entre las pautas más comunes están la medición de peso y una palpación del abdomen para detectar anomalías.
- Exploración ginecológica. Solo se realiza si el médico lo considera necesario. Las técnicas más repetidas son:
- Ecografía: Su objetivo es evaluar útero y ovarios mediante una sonda abdominal o vaginal.
- Análisis hormonales
- Exploración vulvar y vaginal
- Tacto bimanual: El ginecólogo introduce los dedos en la vagina y palpa el abdomen para evaluar el útero y los ovarios.
- Citología vaginal
- Asesoramiento y resolución de dudas. Tras haber obtenido toda la información con las fases anteriores, el ginecólogo hará un diagnóstico y, en caso de necesitarlo, un tratamiento. También, suele ser el momento de resolución de dudas respecto a salud menstrual o planificación familiar, entre otras.
La revisión suele durar entre 15 y 30 minutos y no siempre requiere todos los pasos mencionados. Así, si en cualquier momento te sientes incómoda o sabes que una prueba en concreto te pone nerviosa, puedes indicárselo al doctor para que lo tenga en consideración.
Algunos consejos que os recomendamos seguir antes de una primera cita, y también para las siguientes son:
- Prepara preguntas. Escribir las dudas que te surjan o síntomas que hayas notado en el últimas semanas o meses. También puedes anotar aquello que te genera más incomodidad. Recuerda que no hay preguntas tontas.
- Recopila tu documentación. Por ejemplo, si registras tu ciclo tanto en formato digital como físico, intenta llevarlo para que el doctor pueda verlo.
- Usa ropa cómoda. Es probable que necesites quitarte la ropa de la cintura para abajo, por lo que un vestido o falda pueden hacerte sentir más cómoda en la consulta.
La visita al ginecólogo es una parte fundamental del cuidado de la salud femenina. Sin embargo, muchas mujeres no tienen claro con qué frecuencia deben acudir a este especialista, lo que suele generar dudas y hasta descuidos en su salud íntima.
Diferencia entre molestia y dolor preocupante
Es normal sentir cierta incomodidad durante una revisión ginecológica, especialmente si es tu primera vez. Sin embargo, es importante diferenciar entre una molestia leve y un dolor que podría ser señal de un problema subyacente.
Molestias normales. Algunas exploraciones pueden generar una ligera presión o sensación de incomodidad, pero no deberían ser dolorosas. Entre las molestias más comunes se encuentran: sensación de presión al introducir el espéculo (dispositivo usado para visualizar el cuello del útero); incomodidad al realizar un tacto vaginal si los músculos están tensos y un leve pinchazo durante la toma de muestra para la citología.
Si experimentas dolor intenso o persistente durante la exploración, es importante mencionárselo al especialista. Algunos casos en los que el dolor puede ser una señal de alerta. El ginecólogo siempre debe procurar que la exploración sea lo más cómoda posible.
Si sientes dolor, comunícalo de inmediato para que pueda ajustar el procedimiento o investigar la causa. Incluso, si sientes molestias persistentes tras la consulta, comunícalo de inmediato para que pueda ajustar el procedimiento o investigar la causa. Tu bienestar es lo más importante.