Según la OMS, durante el pasado años más de 20 millones de personas en todo el mundo recibieron terapia antirretrovírica, la cual se ha demostrado altamente efectiva tanto para tratar a los pacientes de VIH como para prevenir y evitar su transmisión.
Aunque estos datos son una muestra de los avances de los investigadores en los últimos años y, a pesar de lo esperanzador de los mismos, las cifras sobre el SIDA son aún una suerte de espejismo para una realidad mucho más dura: más del 50% de los infectados por el VIH siguen sin recibir ningún tratamiento y, sólo en 2017, 1,8 millones de personas contrajeron la infección. Dicho de otra forma: el SIDA sigue siendo uno de los problemas de salud más graves a nivel global.
Hoy, día 1 de diciembre se celebra el Día Mundial del SIDA. Una fecha que tiene cuatro objetivos claros:
- Reconocer el esfuerzo de los investigadores.
- Destacar los últimos avances médicos para combatir el VIH.
- Informar y concienciar a la sociedad sobre la necesidad de prevenirlo.
- Mostrar apoyo y solidaridad a todas las personas que conviven con el SIDA.
Para este 2018, cuando se cumple el trigésimo aniversario de esta celebración, el lema escogido ha sido “Conoce tu estado”, una forma de animar a todo el mundo a conocer nuestro estado serológico, algo clave para detectar y tratar la enfermedad.
Aunque en las últimas tres décadas se han hecho importantes progresos en la respuesta al SIDA y, las personas seropositivas disfrutan de una calidad de vida alta, la infección sigue condicionando el día a día de los pacientes en cuestiones básicas como la paternidad. Por ejemplo, ¿puede una pareja con SIDA tener hijos? ¿Es necesario someterse a un tratamiento de reproducción asistida? ¿Tiene algún tipo de riesgo para la madre o para el hijo? ¿Y qué ocurre con la donación de gametos? ¿Puede una mujer seropostiva ser donante de óvulos?
¿Qué es el SIDA¿ ¿Cómo se transmite? ¿Existe algún tratamiento?
El VIH es el Virus de la Inmunodeficiencia Humana. Es un virus que ataca al sistema inmunológico, es decir, ataca al sistema que tenemos los humanos para defendernos de las infecciones, por lo que tener el VIH hace que nos debilitemos.
El SIDA, es el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida y es la manifestación más extrema de una persona con VIH. esto significa que, una persona con VIH puede tener el virus pero no haber desarrollado la enfermedad. Cuando una persona tiene SIDA aparecen los síntomas de enfermedades relacionadas con la debilitación de nuestro sistema inmunitario. Es decir, nuestro cuerpo, debido al VIH ya no se puede defender de determinadas infecciones y los síntomas se hacen evidentes.
Es importante precisar que hoy en día, una persona con el virus del VIH o con el SIDA puede tener una vida larga y plena con la medicación adecuada.
Por norma general, la transmisión del VIH se produce por intercambio de fluidos con capacidad de transmisión. Cuando una persona tiene el VIH el virus está presente en todos sus fluidos pero, debido a su capacidad de concentración, solo contagian los siguientes fluidos: sangre, semen, flujo vaginal y leche materna. La transmisión del VIH únicamente es posible si estos fluidos entran en contacto con una membrana mucosa o tejido lesionado, o son inyectados directamente en la corriente sanguínea (con una aguja o una jeringa). Estas membranas mucosas se encuentran en el interior del recto, la vagina, la abertura del pene y la boca. Por lo tanto, las principales vías de propagación serán aquellas en las que un individuo entre en contacto directo con estos fluidos sin protección, tales como:
- Relaciones sexuales vaginales sin protección.
- Cualquier comportamiento que implique contacto directo del virus con la sangre como compartir jeringas o exponer las heridas abiertas al VIH.
- Existe riesgo también en las madres portadoras del VIH en el momento del parto natural (se puede prevenir mediante cesárea) y en la lactancia.
Para diagnosticar el VIH es necesario analizar una muestra de sangre con dos objetivos:
- Primero, determinar si existe la infección.
- Segundo, y si la infección tiene resultado positivo, determinar la carga viral y los valores CD4, que son las cifras que revelan cuántas copias del virus hay en el organismo y su capacidad de infección.
Cuanto menores sean ambos valores, menor es el riesgo de desarrollar una enfermedad asociada al SIDA y de transmitir la infección a otras personas.
En la actualidad, existe una familia de medicamentos, llamados antirretrovirales, que se administran en el momento en que se diagnostica la infección por VIH. Los antirretrovirales facilitan que los pacientes tengan una vida completamente normal y se han mostrado especialmente efectivos para evitar la transmisión de la infección de madre a hijo.
¿Puede una mujer seropositiva donar sus óvulos?
No. La Ley en este sentido es tajante. Uno de los requisitos legales para ser donante de óvulos es necesario aportar una analítica serológica negativa para los virus del SIDA, hepatitis B y C y sífilis, etc.
La prevención es fundamental
La prevención es el mejor método para evitar la transmisión de VIH. Algunas pautas de prevención generales son:
- Hazte la prueba del VIH para saber si eres portador/a del virus y, en caso afirmativo, ponerte en tratamiento y evitar transmitirlo por desconocimiento a otras personas.
- Utiliza preservativos en el sexo vaginal y anal, y barreras bucales para el sexo oral.
- Controla tu salud sexual: tener una ETS (Enfermedad de Transmisión Sexual) aumenta el riesgo de infectarse con el VIH. La razón principal es porque al contraer una ETS, las conductas y circunstancias son las mismas que nos ponen en riesgo ante el VIH. Además, en el caso de tener alguna herida o llaga en la piel producida por una Enfermedad de Transmisión Sexual, el VIH tiene más facilidad de entrar en nuestros organismo.
- Utiliza equipos de inyección, jeringuillas y cuchillas de afeitar esterilizadas, y no compartas este material con otras personas.
Por último, si crees que tienes algo riesgo de contraer el VIH, infórmate sobre la profilaxis de preexposición (PrEP). Y si has tenido una exposición al virus puntual (por ejemplo, se nos ha roto el preservativo y nuestra pareja es seropositiva o puede serlo), acude a tu centro de salud y solicita información sobre la profilaxis postexposición (PEP), que incluye una serie de medicamentos que reducen el riesgo de infección. En este caso, no olvides que el tratamiento debe ser inmediato y tenemos que comenzarlo durante los 3 días siguientes al contacto o exposición al VIH.