¿Sabías que en San Valentín también se celebra el Día europeo de la salud sexual? Se estableció así desde el año 2003 con el objetivo de concienciar y sensibilizar a la población sobre la necesidad de tener hábitos sexuales saludables.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud sexual es “el estado de bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad”.
Su significado atiende a la presencia o ausencia de enfermedades, pero comprende también otros aspectos, como la necesidad de dar un enfoque respetuoso a las relaciones sexuales y que estas se practiquen de forma placentera y segura, libre de toda coacción, discriminación y violencia.
Tener una mala salud sexual, por tanto, no implica necesariamente tener una enfermedad de transmisión sexual. La «salud sexual» es un concepto mucho más global e incluye, no sólo todas las posibles enfermedades, disfunciones e incapacidades sexuales; sino que también hace referencia a la defensa, protección, mantenimiento y respeto de los derechos sexuales de todas las personas.
Gozar de una buena salud sexual, además de ser un aspecto muy importante a la hora de mantener relaciones íntimas satisfactorias, afectará a nuestro estado de salud general y será fundamental para tener una buena calidad de vida.
¿Qué es una ETS?
Una ETS o enfermedad de transmisión sexual es una afección que puede estar ocasionada por una bacteria, un parásito o un virus.
- Entre las ETS más comunes de origen bacteriano, encontraríamos, por ejemplo, la sífilis, la clamidia o la gonorrea; tres de las ETS más comunes.
- Seguro que también habrás oído hablar de la sarna o las ladillas (estas últimas también llamadas piojos púbicos), dos de los casos más tratados en lo que a parásitos se refiere.
- Y, por último, si atendemos a las ETS de origen vírico, encontraríamos, entre otros, la Hepatitis B, el VIH o el Virus del papiloma humano (VPH).
En total, existen más de 20 tipos distintos de ETS y su transmisión se produce a través del contacto directo durante el acto sexual; ya sea este vaginal, anal u oral. En algunos casos, ocurre a través del semen, los fluidos vaginales o la sangre. Sin embargo, en otros, basta con se produzca un contacto genital, es decir, piel con piel.
ETS / ITS ¿Cuál es la diferencia?
ITS es la forma abreviada de referirse a las infecciones de transmisión sexual.
A menudo, ambas expresiones (ETS e ITS) se utilizan como sinónimos y se habla de «infección» para evitar las connotaciones negativas o el miedo que puede generar hablar de «enfermedad». Sin embargo, ambos conceptos tienen significados distintos.
Cuando hablamos de tener una ITS, nos referimos a contraer la infección a la que la persona ha estado expuesta, pero no necesariamente al desarrollo de una enfermedad. Por ejemplo, podemos haber contraído gonorrea y no desarrollar ningún tipo de síntoma o molestia durante meses e, incluso, años.
No obstante, cuando una ITS no recibe el tratamiento médico adecuado por no haberse detectado a tiempo, la infección, en la mayoría de los casos, se convierte en enfermedad y puede llegar a tener consecuencias realmente graves en nuestra salud. Entre ellas, esterilidad, infertilidad, muertes pre y neonatales, cáncer (en el caso del VPH), trastornos neurológicos, etc. etc.
¿Qué dicen las cifras?
- Según la OMS, a diario se registran más de un millón de nuevos contagios de ETS en todo el mundo.
- La reducción en el uso de métodos barrera como el preservativo ha provocado un aumento generalizado de las infecciones, especialmente entre los jóvenes entre 17 y 24 años.
- Sólo en 2017, en España se dieron 4.000 nuevos casos de infección por VIH.
- Según el Ministerio de Sanidad, la gonorrea es la ETS que más ha crecido en España, con una media del 26% anual desde 2013.
- La cifra de mujeres infectadas por el virus del papiloma humano (VPH) asciende casi a los 300 millones.
- Una de cada cuatro personas experimentará algún tipo de enfermedad de transmisión sexual en algún momento de su vida.
Recomendaciones
A pesar de los continuos avances que ha experimentado la medicina, en la actualidad el único método capaz de ayudar a prevenir el contagio de las ETS es el preservativo, ya sea masculino o femenino.
Su uso sistemático y adecuado (es decir, su correcta colocación y que permanezca puesto desde el principio hasta el final de la actividad sexual) reduce el riesgo de exposición, aunque no garantiza la NO transmisión pues, como hemos dicho, algunas infecciones pueden transmitirse por contacto cutáneo de las zonas alrededor de los genitales.
A día de hoy, existen pruebas de diagnóstico de las ITS muy precisas y rápidas que resultan esenciales para diagnosticar infecciones asintomáticas. Por ello, además del uso de métodos barrera, nuestra recomendación es acudir al ginecólogo y realizarte revisiones y analíticas de forma periódica. Recuerda siempre que un diagnóstico a tiempo puede evitarte muchas posibles complicaciones, tanto a ti, como a tus futuras parejas sexuales.
En Equipo Médico Juana Crespo contamos con el mejor equipo de profesionales en ginecología. Por eso, la revisión médica de nuestras donantes siempre incluye de forma totalmente gratuita un examen ginecológico completo, un análisis genético, análisis de sangre, de calidad ovocitaria y de serologías. Pruebas que nos permiten conocer el estado de salud sexual y reproductiva de nuestras donantes. Así que, si estás pensando en hacerte donante de óvulos, no podrías ponerte en mejores manos. ¿Te unes a nosotras?